Los convites están en la historia de Pereira, pero tal vez uno de los más épicos y trascendentales fue el que tuvo lugar el 20 de julio de 1945, con motivo de la construcción de la pista del Aeropuerto Matecaña. Así lo describe Luis Carlos González, citado por el historiador Víctor Zuluaga en su libro Historia Extensa de Pereira (Zuluaga, 2013. Pág. 356):
«El 20 de julio de 1945, por iniciativa de don Benjamín Ángel Maya y bajo la dirección de los ingenieros Drews Castro, autor de los planos, Tiberio Ochoa Uribe, Enrique Gómez Pineda, Rafael Calle, De la Cuesta y Hurtado Sarria, tuvo lugar el histórico convite simbólico citado con frecuencia. Los pereiranos, de las siete de la mañana a las seis de la tarde, en posesión de regatones, barras, palas, barras, palas y carretillas, empezaron a mover tierras desde la línea de ceros…”». (GONZALEZ, Luis Carlos, 1984, p. 66-67).

El sueño de tener un Aeropuerto propio, significó para los pereiranos un símbolo inequívoco de la emancipación de Risaralda del gobierno caldense y, por lo tanto, de su capacidad de erigirse como ciudad capital, moderna y progresista.
El 23 de junio de 1947 aterrizó un avión Douglas de AVIANCA en un viaje de prueba. Pero fue el 24 de julio de ese año cuando se dio el visto bueno para que empezara la operación comercial del aeropuerto, con el primer aterrizaje oficial a cargo del Capitán Luis Carlos Londoño Iragorri, Jefe de Aeródromos Nacionales, quien piloteaba el avión militar Douglas C-47..